Beber leche cruda no es sano y puede causar importantes daños en el organismo. Ya lo advertían los médicos, pero los más «modernos» hacían caso omiso de esta última moda alimenticia. Así, en EE UU se han registrado los primeros casos, casi una veintena, de infectados con una bacteria, la cepa RB51 de brucella, que puede provocar una enfermedad infecciosa tras el consumo de leche cruda o productos lácteos crudos.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE UU ha hallado que un grupo de personas repartida en 19 estados estaban expuestos a leche cruda pocedente de Miller’s Biodiversity Farm en Quarryville, Pensilvania. En concreto, se trata de la cepa RB51 de brucella que se encuentra en animales y se puede propagar a las personas cuando entran en contacto con un animal infectado o con productos animales contaminados con la bacteria. Los síntomas de la brucelosis resultante incluyen fiebre, sudoración, pérdida de apetito, dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y articulares, y complicaciones potencialmente más graves, explicaron los CDC.
Resistente a los antibióticos
Más allá de sufrir un cuadro patológico similar a una memingitis y que el paso de la bacteria por el organismo sufra las terribles consecuencias toda la vida, existe un alto riesgo de resistencia antibiótica. Es decir, como recoge un informe del CDC han contabilizado hasta tres casos en los que este tipo de medicamentos no sirve para eliminar la infección. En concreto, la cepa RB51 es resistente a la rifampicina y la penicilina.
Permitida su venta en Cataluña
El verano pasado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)aseguraba que el consumo de leche cruda entraña elevados riesgos para la salud ante la aprobación en Cataluña del decreto 163/201, de 17 de julio,que permite su comercialización. De acuerdo a la OCU, la leche cruda -sin tratamiento térmico- puede contener bacterias patógenas y su consumo puede ocasionar problemas graves, especialmente en niños, embarazadas y personas mayores, entre ellos casos de meningitis bacteriana.
En referencia a la indicación de hervir la leche para evitar riesgos que se recoge en el decreto catalán, la OCU cree que «la seguridad en el consumo no debería recaer en los consumidores» y que las autoridades son las responsables de garantizar la seguridad alimentaria por encima de cualquier otro factor. En este sentido, OCU ha defendido que la comercialización por pequeños productores, de proximidad y alejados de las grandes cadenas de comercialización, no puede nunca estar ajena a la seguridad alimentaria.
Hace unos meses, el Gobierno tenía sobre la mesa de trabajo la regulación mediante un real decreto los requisitos para la comercialización de leche cruda, teniendo en cuenta los últimos dictámenes científicos. Desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social recordaban, además, que la venta de leche cruda está permitida en la Unión Europea en los términos que establece el Reglamento CE 853/2004.
FUENTE: La razón